¡Buen día mis queridos lectores! ¿Cómo les va? En esta ocasión analizaremos una obra de uno de los grandes documentalistas de la historia: Dziga Vertov. “Man with a Movie Camera” me pareció un ejercicio visual y de montaje vital para todo aspirante a documentalista. En cuanto a la manufactura se refiere , esta obra es impecable. El documental de Vertov tiene un grandísimo número de planos y todos los encuadres se encuentran sumamente bien cuidados. Incluso se da el lujo de crear efectos ópticos adelantadísimos para su época. En cuanto a la edición, esta maneja un ritmo frenético que incluso nos mete más en esta noción de hombre máquina constantemente presente.
A cuanto a las múltiples analogías que realiza Vertov, estas quedan muy claras y se nota mucho su obsesión sobre la cámara cómo otro ojo y el cine cómo un constante observador de la sociedad. Sin embargo, lo que más me gustó de este documental es su profunda afición ideológica y lo firme de sus convicciones. Vertov estaba en contra de un cine de ficción y no sólo hace un documental, sino que El Hombre de la Cámara es una oda a cerca de cómo debe de funcionar y comportarse la sociedad socialista rusa. A través de un millar de planos, Vertov nos deja muy claro con puras imágenes el engranaje de despertar, limpieza, trabajo y recreación productiva, que debe de seguir esta maquinal sociedad para funcionar.
Les recomiendo ampliamente este documental que construye perfectamente con imágenes la ideología moral y de trabajo de un pueblo caído. ¡Hasta la próxima!
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